¡Claro que sigo tomando café con la vida! Unos días más intenso, otros descafeinado...pero aquí sigo, saboreándolo.
Por eso, y porque me apetece más tomarlo en compañía, voy a sentarme de nuevo aquí un ratito de vez en cuando, para compartir mi cafe con quien quiera tomarlo conmigo, dando mi palabra de que unos días será más dulce y otros menos, pero nunca amargo.
Esos sorbos, difíciles de tragar, los dejaré exclusivamente para mi. Sin compartir.